Fuera de España, Pamplona no suele ser protagonista en los medios de comunicación. Salvo en Julio, cuando los Pamplonenses se visten de rojo y blanco para brindar el chupinazo y correr en el encierro para celebrar San Fermines.
Sin embargo, para sorpresa mía, cuando llegué a Pamplona en Septiembre ¡Pamplona me recibió de fiesta!
Aburrida, recién llegada y sin nada que hacer, me dispuse a caminar sin rumbo para conocer la ciudad, y encontré las calles repletas de gente. Al principio me sorprendió. Pero luego razoné que la gente seguramente aprovechaba los domingos al mediodía para salir de pinchos con su familia y sus amigos.
No tardé en darme cuenta de que estaba equivocada.
Las calles estaban colmadas de niños que corrían entre la gente para tratar de evitar los cachiporrazos de los hombre vestidos con trajes de caballo.
En las plazas había espectáculos de bailarines con pañuelos y canastos que brincaban tratando de volar con sus pies y bailaban alegremente formando círculos par aun lado y para el otro.
De a ratos las voces de la gente eran reemplazadas por los clarinetes y los tambores de las charangas (foto) que anunciaban el paso de “Los Gigantes y Cabezones”(foto), personas con cabezas gigantes de papel maché que representaban a diferentes personajes públicos.
Definitivamente no era un fin de semana normal.
Eran las “Fiestas Pequeñas.”
Como para San Fermines va tanta gente a Pamplona, hacia finales de septiembre los locales reproducen las celebraciones, los bailes y los desfiles de cabezones, para poder disfrutar de la tradición y la diversión en familia, aunque prescindan los toros.
A pesar de que Pamplona sólo salga en los medios internacionales en Julio, los Pamplonenses saben cómo divertirse todo el año.
Para más información sobre Pamplona, España y San Fermines, visita la Página del Ayuntamiento de Pamplona.
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