Argentina Olímpica: Liliana Guiscardo

Argentina Olímpica: Liliana Guiscardo

Algunas personas nacieron para ser atletas, y Lili Guiscardo es una de ellas. Ella misma confiesa que desde pequeña practica varios deportes, entre ellos natación, su pasión.

Sin embargo, Lili no es sólo una destacada atleta, sino también una excelente compañera de viajes, una amiga confiable y divertida y una profesional graduada de Texas Christian University (Fort Worth, TX, EEUU) como licenciada en administración de empresas con un MBA en la Universidad del CEMA (Buenos Aires, Argentina). A continuación, nos cuenta sobre su esfuerzo, sacrificio, sueños y cómo llegó a competir en los Juegos Olímpicos.

Laura Vaillard: ¿Cómo llegaste a representar a Argentina en los Juegos Olímpicos 2008? Liliana Guiscardo: El camino para llegar a los Juegos Olímpicos fue largo y algo sinuoso para mí. Se podía decir que estuve toda mi vida preparándome para llegar al momento de clasificar porque fue una suma de vivencias, preparativos y decisiones que se juntaron para poder sacar lo mejor de mi misma en el momento indicado. Tuve la suerte de tener el apoyo de muchas personas que me querían ver lograr algo grande y que fueron claves para ayudarme a mantener constancia y profesionalismo con lo que estaba haciendo con la natación. Fue un proceso largo y duro pero me ha convertido en la persona que soy hoy y me cambió la vida para siempre.

LV: ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a nadar? ¿Siempre nadaste? LG: Yo he estado en el agua desde que era bebe, a los 3 semanas de nacer mi padre ya me tenía en la pileta (piscina). Siempre tuvimos la suerte de tener una pileta en nuestra casa y eso fue clave para que yo sintiera tan cómoda en el agua como me siento hoy. La sensación que tengo adentro del agua es un placer inigualable y es algo que siempre he disfrutado. A los 8 años empecé a entrenar con un equipo de natación en California, EEUU, donde nací, pero no duré mucho. Yo lo hacía mas por el gusto que les daba a mis padres verme nadar más que otra cosa, yo sólo quería jugar y me costaba mucho mantener disciplina con los entrenamientos. A los 12 años me mudé a Argentina con mi familia. Fue un cambio muy grande para mí por que no hablaba castellano y tuve que dejar atrás a todos mis amigos de la infancia. Con el tiempo me fui adaptando, pero por casi 10 años la natación no fue parte de mi vida. Hacía muchos otros deportes y siempre me mantuve activa. Jugaba al fútbol, hacia gimnástica, jugaba al béisbol, voleibol, basketbol todos los años hasta terminar el secundario. Me encantaba hacer cualquier actividad que requería esforzarme. Yo practicaba todos estos deportes pero muy poca natación hasta los 16 años que empecé a nadar con el equipo de la Municipalidad de San Isidro. En ese momento me di cuenta que era algo que quería seguir haciendo y que disfrutaba más que nada la competencia y el deseo de ganar que me empujaba a siempre entrenar fuerte.

LV: Imagino que desde entonces seguiste nadando… LG: Bueno, después de un año con el equipo de San Isidro, me mudé a Estados Unidos para estudiar en la facultad en el año 1999. Fui becada por una Universidad en Texas donde nade por dos años hasta dejar otra vez. Lo volví a tomar en el 2003 cuando me recibí como Licenciada en Administración de Empresas y volví a la Argentina para entrenar con Gustavo Roldán en Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester. Después de un año de entrenamiento y una competencia en la Copa del Mundo en Brasil donde salí cuarta en 50 metros pecho, volví a dejar por otro año para vivir en Costa Rica. Luego de una vida selvática volví a la Argentina para estudiar una maestría en Buenos Aires y retome la natación por última vez. Esta vez volví mas madura y mas preparada para tomarlo enserio. El día que yo decidí dedicarme el 100% a la natación fue después del argentino de invierno en el CENARD en Mayo del 2007 donde nadé contra mi competencia Javiera Salcedo, y me ganó por poco en mis dos eventos principales, los 100 y 50 metros pecho. Fue esa frustración que sentí de saber que yo podía nadar más rápido pero que no estaba entrenando adecuadamente y por eso no bajaban mis tiempos.

LV: ¿Y que hiciste? LG: Desde ese día, tomé una decisión, dejé mi trabajo y me puse a entrenar el doble de lo que estaba haciendo anteriormente. Después de 3 meses noté un cambio enorme. Fui a Brasil a competir en el Nacional Brasilero y bajé 3 segundos mis 100 metros pecho. Estaba tan motivada por seguir mejorando que me esforzaba diariamente para estar en todos los detalles de mejorar mi estado físico. Además de 9 sesiones semanales de natación a 2 horas por turno, iba al gimnasio cuatro veces por semana, dos veces yoga y también otras actividades para poder estar en forma. Mi dieta cambió drásticamente y se volvió estricta y disciplinada y mi vida social cambió: pocas salidas por mes con amigos para descansar lo necesario para que mi cuerpo pueda recuperarse. Tuve que soportar dolores musculares por exigir tanto a mi cuerpo y por mas que hubo muchos momentos donde quería dejar y tirar todo por la borda, mi sistema de apoyo que me rodeaba y mi deseo de ser la mejor fue lo que me llevó para adelante. Todo esto fue un sacrificio enorme que tuve que hacer, pero estaba convencida que era lo necesario para lograr lo que quería.

LV: ¿Cuándo te diste cuenta que estabas preparada para los juegos olímpicos? LG: Después de año nuevo y otra competencia frustrante en el Argentino de verano del 2007, me encerré en la pileta por 3 meses más para prepararme para el Sudamericano en Brasil, el Mundial en Manchester y el Nacional Brasilero en Río de Janeiro. Fue finalmente en el Nacional Brasilero donde pude tener la confianza en mi misma y la tranquilidad de mi entrenamiento para poder despejar mi cabeza y disfrutar de mi carrera, y ahí fue donde hice el tiempo para los JJOO (Juegos Olímpicos).

Antes de ese momento, pasé por una etapa muy difícil de muchas noches sin sueño, mucha ansiedad y malestar psíquicamente. La presión de querer ser la mejor del país y no poder despreocuparme por las opiniones de los demás me trajo muchos malos sentimientos y mucha inseguridad. Fue muy difícil, pero tuve que pasar por eso para después tener la cabeza bien puesta para enfocarme en el momento de competir y confiar en mi misma. El día de la competencia me acuerdo que sentí tranquilidad y mucha paz con mis alrededores y conmigo misma. El ambiente del equipo que me rodeaba que me alentaba con onda positiva, el manejo a la pileta por la hermosa costa de Río de Janeiro, la pileta al aire libre con el viento cálido del mar y el bien estar general que tenía, fue lo que me permitió enfocarme y competir y vivir el momento. Caían gotas livianas de lluvia y sentí que el tiempo se paro al momento de largar. Nade con seguridad y cuando toque la pared en los 100 metros pecho y vi. el tiempo 1:10:38, me llené de alegría y alivio que todo el esfuerzo que apliqué durante mi vida para llegar a eso valió la pena.

LV: ¿Qué te enseñó esta experiencia? LG: Me costó mucho aprender a ser una atleta seria y dedicada al deporte, pero con el apoyo constante de Gustavo, mi familia y otras personas en mi vida, me dediqué a nadar y logré bajar 5 segundos de mi tiempo en 100 metros pecho en un año. Gustavo siempre ha sido una influencia enorme en que yo siguiera nadando, él es la única persona que siempre creyó en mí desde el principio y nunca dejó de empujarme y enseñarme a ser el mejor atleta que puedo ser. Si no hubiera sido por él nunca hubiera tomado la natación con tanta seriedad y no me hubiera jugado a proponerme una meta tan grande como lograr participar en los Juegos Olímpicos. Aprendí en mi camino que para llegar a algo grande en la vida hay que desearlo con toda tu alma y tener la dedicación, perseverancia y constancia diaria para sumar muchos pequeños momentos de esfuerzo para conseguir un resultado grandioso.

LV: ¿Cómo estuvo la experiencia de vivir un tiempo en la Villa Olímpica de Beijing? LG: Fue una experiencia enriquecedora vivir en la Villa Olímpica. Tenía el apodo “Mundo de Sueños” y realmente lo fue. El solo hecho de estar en un mismo lugar con los mejores atletas del mundo fue increíble: poder almorzar al lado de Dirk Nowitzki y pedir un Big Mac para comer con Michael Phelps.

LV: ¿Qué fue lo que más te gusto de China? LG: Me encantó meterme en la cultura China lo más que pude. Fue tan interesante ver como se preparó hasta el último detalle de la logística y organización de los juegos fue increíble. Tengo que decir que las estructuras antiguas y la muralla China fueron lo que más me impacto de todo.

LV: ¿Lo que menos te gustó? LG. Creo que la parte mas difícil de sobre llevar fue la diferencia en idioma entre el Mandarín y el inglés o castellano. Los voluntarios estuvieron muy bien preparados para contestar cualquier pregunta que estaba dentro de su especialidad, pero era difícil hablar con ellos de cualquier tema que no fueran lo que tenían preparado.

LV: ¿Cuáles son tus planes ahora? LG: Ahora voy a seguir entrenando y enfocarme para la temporada del 2009. Estoy viendo nuevas oportunidades en Brasil para seguir avanzando en mi carrera.

LV: ¿Cómo te ves en 10 años? ¿Qué te gustaría estar haciendo? LG: Me veo casada con hijos!! jaja. No, espero poder lograr mejorar mis tiempos en la natación y poder retirarme bien de mi carrera deportiva. Después me gustaría poder trabajar y desarrollar mi carrera laboral y poder triunfar en el mundo de negocios. También quiero formar parte del mundo de la natación afuera de la pileta para poder hacer una diferencia por los chicos que vienen atrás mío. Hay mucho para mejorar y quiero poder dar una mano donde pueda.

Bueno Lili. Esto es todo. Mil gracias, y mucha, mucha suerte en todo! ¡Te deseo todo lo mejor!

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lvaillard

 

 

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