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Brasil es un país que no deja de sorprender por el encanto, la belleza y la diversidad de sus destinos. Con sitios como Angra dos Reis, en Río de Janeiro, Trancoso, en Bahía y la Selva del Amazonas, en Amazonas, el país presenta incontables propuestas.
Angra dos Reis, situada al sur del Estado de Río de Janeiro y a tan solo 168km de la ciudad homónima, se caracteriza por una combinación perfecta de bellas playas y con una excelente infraestructura. Angra es considerada un paraíso ecológico y cultural, que compone la región de la Bahía de Ilha Grande, también conocida como Costa Verde.
La ciudad ofrece diversas y atractivas actividades para el más exigente público: desde paseos en goleta, pesca y el buceo, excursiones en barco y la práctica de diversos deportes como surf, rafting, canotaje y vuelos en parapente sobre la Mata Atlántica, con aterrizaje en las blancas arenas de la playa Mambucaba.
Por su parte, localizada en el litoral sur del Estado de Bahía, Trancoso es una villa de amplia belleza natural y cultural. Fundada en el siglo XVI por los Jesuitas, la villa se encuentra ubicada en el centro de la Mata Atlántica, y a tan solo 47km del aeropuerto de Puerto Seguro.
Declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, Trancoso es un lugar ideal para escapar del stress y la agitación de la ciudad. La Praça do Quadrado representa el principal punto turístico, concentrando la mayor parte de los bares, restaurantes, iglesias, hoteles y posadas de la ciudad.
Los campos de golf se encuentran asociados a los principales resorts de Trancoso, y se hallan rodeados por paisajes compuestos por dunas, acantilados y playas. Asimismo, ofrecen diversos servicios como spa (con las más diversas opciones de tratamientos estéticos y de relajación), piscina, canchas de tenis, fitness center y centro de convenciones, entre decenas de diversas opciones.
Por su parte, el Amazonas se presenta como un destino impactante: con hoteles de selva construidos en medio de la vegetación o en el margen de los ríos o hasta flotando sobre las aguas de un lago amazónico. Con el fin de ofrecer una experiencia única en el medio de la más densa vegetación, se ofrecen diversos paseos en pequeños grupos, a fin de tener un contacto único con la vegetación del lugar.
Los hoteles de selva, conocidos también como lodges, se presentan como alojamientos que se integran con la más perfecta armonía con su entorno. En el marco de un proyecto de sustentabilidad, estos hoteles ofrecen a sus huéspedes incontables servicios, como la práctica de buceo, paseos en canoa, tenis de playa así como una exquisita gastronomía típica.
Con una vasta área de vegetación virgen, los turistas que visitan el Amazonas no dejan de sorprenderse con la belleza que presenta este destino, a través de los más variados paseos, como caminatas nocturnas, recorridos en cuatriciclo, caballo, o bicicleta.
