Conocía Galicia por su comida y por ser la tierra de los abuelos de mis amigas. Había escuchado hablar de Finisterre y del Camino de Santiago, ¡pero nunca había escuchado hablar de sus playas! O por lo menos, no que me acuerdo.
Creo que por eso me sorprendió tanto encontrarme con playas de arenas blancas y agua cristalina. Es verdad que el agua es fría y hay que tomar valentía para meterse. Lo cual dista bastante del mar mediterráneo o el mar Caribe. Pero la tranquilidad y la falta de viento, compensa por las bajas temperaturas del agua.
Según las estadísticas, “Galicia cuenta con alrededor de 1.500 kilómetros de costa y más de 700 del mar Atlántico y el Cantábrico”. Cabe aclarar que algunas de ella, aparecen y desaparecen con el cambio de marea. Por ello, es posible que algunas que figuran en Google Maps, no las encuentres a la hora que las visites.
A continuación, les dejo un listado de las playas que más me gustaros dentro de las que tuve el placer de visitar.
Baiona
Es una playa de muy fácil acceso. Es muy cómoda si vas en familia porque puedes dejar el coche al lado de la playa y tiene un par de chiringuitos para comer. Al estar resguardada, tiene poco viento y su agua es relativamente cálida. Debido a su ubicación y el hecho de que no es muy amplia, los fines de semana puede estar bastante concurrida.
Praia de Nerga
Es una playa amplia y tranquila de arenas blancas. Cuando baja la marea se conecta con otras playas. A través de uno de sus morros también se conecta con una playa nudista, por si te interesa ir a explorar. Una de las ventajas de esa playa es que, como está más reparada, hay menos viento y el agua es aún más cálida.
Praia Lapamán
Es una playa preciosa. Se accede a ella por un hermoso y estrecho camino sinuoso a través de viñedos. Tiene un área para aparcar caravanas y varios chiringuitos para comer. Es muy tranquila y familiar.
Playa Lanzada
Es el paraíso para los surfistas. Es una playa muy amplia ideal para surfear o hacer deporte. No la recomiendo para ir a pasar un día de playa porque corre mucho viento, se vuelan las sombrillas, el agua es helada (fue el único sitio donde no conseguí zambullirme) y si intentas comer algo, será imposible no terminar con arena entre los dientes.
Praia das Catedrales
Para visitarla es necesario reservar cita. Es importante verificar con anterioridad el horario de las mareas ya que solo se permite el ingreso durante la marea baja. Es interesante para visitar, aunque uno es víctima del fenómeno Instagram vs realidad ya que la gran cantidad de visitantes dificulta disfrutar verdaderamente del paisaje, en especial si la visitas en verano. Allí es posible ver las formaciones rocosas, pero no bañarse.
Praia os Castros
Esta playa está muy cerca de la Praia das Catedrales. Aparece y desaparece con la marea. Es una de esas playas que tal vez no encuentres si vas a la hora incorrecta. Si tienes la suerte de encontrarla, descubrirás una playa tranquila y familia, ideal para pasar un lindo rato.
