Naturaleza Encendida en el Botánico de Madrid
El COVD-19 cambió la forma en que hacemos todo. Desde cómo socializamos e interactuamos con nuestros familiares y amigos, hasta como nos ejercitamos, trabajamos y disfrutamos de la oferta cultural. Los espectáculos en vivo eran una parte importante de mi vida. Por lo menos una o dos veces por semana iba al teatro o a escuchar música en vivo. Necesitaba sentir las vibraciones en persona. Sentir cómo el público reaccionaba a los artistas; vivir cómo los artistas respondían a las reacciones del público. Durante la pandemia, seguí consumiendo productos culturales. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la experiencia es unidimensional. Nos hemos convertido en meros espectadores a través de la pantalla. Es verdad que ya no podemos distraer a los artistas con el molesto sonido de nuestros celulares. Pero ellos ya no pueden nutrirse de nuestra energía, de nuestras risas, de nuestras lágrimas, de nuestro silencio. Naturaleza Encendida…