Buenos Aires, un sabor adquirido como el mate
Fotos y Texto: Laura Vaillard Buenos Aires es como el mate, un sabor adquirido. El primer trago fue áspero y me hizo fruncir la cara. Incluso recuerdo esa bofetada de smog la primera vez que volví a aterrizar en Buenos Aires luego de una larga estadía en el exterior de más de 12 años. Pero con el tiempo, al igual que el mate, cada sorbo se fue volviendo más ameno y me fui acostumbrando. Así como uno aprende a cebar de diferentes maneras: dulce o amargo, con cáscara de naranja, canela, rica rica, café, o incluso ¡hasta ginebra!, Buenos Aires también se puede tomar de distintas formas. Se puede tomar con museos, centros culturales, paseos para niños, galerías al aire libre modernas con sus grafitis, o antiguas con su increíble arquitectura. En los últimos años, con la incorporación de las bici sendas también se ha vuelto más amena para recorrerla…
Rosedal: Pulmón Verde de Buenos Aires
En 1975, el gobierno de Buenos Aires transplantó unas rosas por otras al inaugurar el Rosedal y en las tierras que habían pertenecido a Juan Manuel de Rosas. Con el paso de los años, los Bosques de Palermo, y particularmente, El Rosedal, se convirtió en uno de los lugares predilectos de los porteños para ir durante el fin de semana para pasear, jugar a la pelota, correr, patinar, simplemente sentarse en la plaza a leer el periódico o un buen libro, o ir a tomar la merienda con mate y facturas. Este parque, también conocido como Parque 3 de Febrero fue diseñado e inaugurado el 11 de noviembre de 1975 por el arquitecto y paisajista francés Carlos Thays; lleva este nombre en conmemoración a la Batalla de Caseros de 1852, en la cual el Ejército Grande comandado por Justo José de Urquiza, derrocó a Juan Manuel de Rosas y lo…