Llegó la hora de romper los platos

Llegó la hora de romper los platos

Por: Laura Vaillard


 
Rompimos platos para despojarnos de lo material y desearle buena suerte al bailarín mientras bailaba “el borracho” en Mykonos, un restaurante de comida griega en Las Cañitas de Buenos Aires, Argentina.

En ese momento creímos que estábamos aprendiendo sobre la cultura griega, sin embargo, investigando para escribir este artículo descubrí que esta tradición ya no se practica en Grecia.

Es más, el gobierno griego considera que es una práctica peligrosa y requiere que los propietarios de bares y restaurantes que permiten que se rompan platos en sus establecimientos adquieran una licencia. Por lo cual, los espectadores griegos actualmente arrojan flores en vez de platos a sus bailarines.

No obstante, esta costumbre sí existió hace años, aunque los historiadores no logran ponerse de acuerdo sobre su origen.

Hay quienes afirman que la tradición comenzó hace varios siglos, cuando los familiares acostumbraban a romper las vasijas (pérdida controlada) que utilizaban durante los funerales, como una manera de sobrellevar la muerte de sus seres queridos (pérdida ineludible).

Mientras que otros declaran que en realidad, los antiguos griegos rompían platos contra los pisos de mármol de sus viviendas para espantar a los malos espíritus con el estrepitoso ruido de vajilla rota.

Sea cual haya sido su origen, admito que romper platos mientras comíamos fue una valiosa experiencia, pero antes de volver a romper un plato para demostrar admiración hacia un bailarín, prefiero arrojarle una flor, un “¡Opa!” y que siga bailando.

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