Texto, fotos y videos: Jesús Miguel Astorga (Lima, Perú)
Esta es la tercera y última entrega sobre la gastronomía peruana. Ya hablamos sobre la influencia china en la comida peruana, y clases de cocina que apuntan a disminuir la brecha social en Perú. Hoy, más bien Jesús nos va a contar de algunos de los mejores lugares para comer rico si visitamos este país incaico.
El “boom” gastronómico peruano ha generado otros eventos como ferias o convenciones afines. Sólo el 2013 se movieron 700 millones de dólares. Los turistas que vienen a probar la sazón peruana gastan en promedio $ 130 diarios en restaurantes de lujo. Pero les doy un consejo en base a mi paladar: no es necesario gastar tanto para probar tantas delicias, de ello pueden dar fe mis amigos extranjeros. Por ejemplo, “Tanta” (propiedad de Gastón Acurio) tiene una buena comida criolla, pero “El rincón que no conoces” lo supera de lejos y es cuatro veces más barato. Y si uno quiere probar una comida más auténtica tiene que acudir a los denominados “huariques”, locales pequeños sin publicidad y generalmente ubicados en zonas pocas transitadas pero a los que acuden gente de todas partes y condición económica y que son llamados de manera singular como por ejemplo, “La reina de las chanfainitas”, pero no por eso dejan de llamar la atención, como es el caso del Chez Wong , ubicado en una zona populosa de La Victoria en la capital peruana cuyo ceviche de lenguado ha sido considerado el Mejor Plato del Mundo.
Cada vez en más frecuente que se monten visitas guiadas a los mejores restaurantes, hay en el barrio de Miraflores un boulevard gastronómico (la calle La Mar) donde se concentran la mayoría de locales, hasta se montan obras de teatro mientras se come y se ofrecen experiencias extremas como cenar en una mesa que está a cuarenta metros de altura.
Se calcula que al año el Perú recibe hasta 80 mil sibaritas. Por esas razones al Perú se le concedió el 2013 el World Travel Awardscomo mejor destino gastronómico mundial.
La razón por la cual los peruanos pueden mantener una oferta gastronómica variada y de gran nivel es que su cocina se reinventa y adapta todos los días, es sana y tiene una variedad de insumos (vegetales y animales) que le permiten, a pesar de las dificultades geográficas y climatológicas, ser considerado la despensa del mundo.
Finalmente, es singular que los peruanos hayan encontrado por fin parte de su identidad y orgullo a través de la cocina y que un chef como Gastón sea más popular que el presidente de la república y hasta temido por los políticos como rival.
