
«Al final no voy a cenar», los domingos hasta el 28 de septiembre en el Teatro Lara de Madrid (Sala Lola Membrives). Un plan perfecto para reír, pensar y dejarte atrapar por el teatro más absurdo.
Un oficinista cualquiera se queda trabajando hasta tarde. Camino a casa lo secuestran. Su única salida depende de una llamada telefónica en la que alguien diga una frase tan sencilla como enigmática: “Al final no voy a cenar”.
Así comienza «Al final no voy a cenar», la obra escrita por Carlos Zamarriego y dirigida por Edgar Costas, que vuelve a la Sala Lola Membrives del Teatro Lara en su tercera temporada. Una propuesta que combina humor negro, tensión y un punto de absurdo, todo en apenas 55 minutos.
La premisa es sencilla y delirante: un hombre, es secuestrado por otro. Ninguno de los dos conoce el motivo. Uno cumple órdenes. Mientras que el otro es una mera víctima.
Mientras el oficinista espera esa llamada que podría darle la libertad, empieza a preguntarse qué hace ahí, por qué ha llegado a esa situación y qué sentido tiene todo lo que le rodea.
La obra juega con la comedia y el suspenso, pero no se queda en lo superficial. Bajo la risa, aparecen preguntas existenciales que apelan directamente al público. Ese es uno de los grandes aciertos de la pieza: entretener mientras invita a pensar.
El autor: Carlos Zamarriego
Carlos Zamarriego se define como un autor “nacido de la crisis”, acostumbrado a escribir para espacios pequeños, cercanos y poco convencionales. Sus textos están concebidos para que puedan representarse en cualquier lugar y con pocos personajes, lo que refuerza su carácter íntimo y directo.
Cree firmemente en la fuerza de la palabra y en la inteligencia del espectador. Por eso, sus obras no buscan aleccionar, sino provocar preguntas, remover emociones y, en última instancia, generar un teatro vivo y accesible.
La dirección y el elenco
La dirección corre a cargo de Edgar Costas, que también interpreta uno de los papeles principales junto a Daniel Rimón. Ambos logran mantener el ritmo en escena con un trabajo interpretativo que mezcla precisión cómica, energía y complicidad con el público.
La obra ha girado por ciudades como Madrid, Málaga, Valladolid y Huesca, acumulando más de dos mil espectadores.
Por qué verla
Porque es breve e intensa: en menos de una hora te lleva del humor al misterio sin que bajes la guardia.
Porque tiene un final inesperado que sorprende a todos.
Porque combina el absurdo con la reflexión.
Y porque ya son tres temporadas en cartel: algo tendrá este secuestro para que el público siga volviendo.
¿Te animas?
Teatro Lara – Madrid
Domingos 18:15 hs
55 minutos de duración
Hasta el 28 de septiembre