Antes de llegar a Brasil nunca había escuchado hablar del açai (asaí en español), una pequeña fruta roja (casi negra) con un carozo grande y poca pulpa. Proviene de la palmera de asaí (Euterpe oleracea) nativa de sudamérica y es consumida como bebida, en forma de dulces y helado.
Los nutricionistas indican que esta bebida es rica en Vitamina E, hierro, fibras, fósforo, minerales, calcio y potasio. A su vez, se dice que ayuda a mejorar las defensas, activa el sistema inmunológico y mejora las funciones intestinales. Algunos hasta creen que el açaí protege contra algunos tipos de cáncer y actúa como “viagra vegetal”.
Los puesteros sobre la playa generalmente preparan el açai en la licuadora mezclando el jugo de açai con sirope de guaraná para endulzarlo. Lo sirven en vasitos de plástico como si fuese un sorvete, con trozos de fruta (banana, mango, kivi, fresa, etc.) y granola.
El sabor es dulce, delicioso y refrescante. Es una bebida color vino tinto que extrañamente de llena de energía con cada cucharada. No me sorprende que sea la bebida energizante predilecta de los surfistas brasileños.
Cómo preparar açaí:
Ingredientes
300 gr de pulpa de açaí
100 ml de sirope de guaraná
Fruta cortada a gusto (banana, mango, fresa, kivi, etc.)
Granola
Preparación:
Licuar la pulpa de açaí con el sipore de guaraná. Luego, añadir los trozos de frutos y la granola y servir sin licuar nuevamente.
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