Escrito por: Laura Vaillard
Entre una cosa y otra hacía tres años que no iba a la montaña. ¡Tres años! Una locura considerando que antes me acercaba a la roca prácticamente una vez por mes. Pero bueno, la vida es así y a veces te lleva por otros caminos. En mi caso, a Israel donde aprendí a apreciar el mar y a disfrutar de todos los atardeceres en la playa. ¡Terminar el día con un beso, una cerveza mirando el horizonte cambiar de colores no está nada mal!
Pero en fin. Volviendo a las montañas. Ese gran momento se dio en Mendoza, cuando reservé un “Tour de Alta Montaña” que me llevaría a recorrer las montañas por la Ruta 7. La primera para fue en el mirador de Potrerillos. Luego paramos a desayunar en el pueblo de Uspallata, seguimos hasta Penitentes y terminamos en un mini-trekking por la base del Cerro Aconcagua hasta la Laguna de los Horcones.
Si bien hicimos la mayoría del trayecto en una mini-van, el simple hecho de poder observar las montañas nevadas y ver como el paisaje se cambiaba de verde, a árido, a nevado, dibujó una sonrisa en mi cara. Según la guía, fuimos en primer grupo en poder caminar por el Parque Nacional Aconcagua con nieve. Dicen que es algo poco común ya que cuando está muy nevado o congelado está cerrado el paso.
El recorrido duró aproximadamente 12 horas y fue una excelente forma de acercarme nuevamente a las montañas. ¡Las fotos cuentan por sí solas mi alegría!
