
Por: Laura Vaillard
Sección Vita&Art
«Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.” Jorge Drexler
Me pregunto si Drexler todavía seguirá pensando lo mismo luego de su último concierto en Buenos Aires, uno de los conciertos más extraños en los que he estado en mi vida.
Al principio, como para interactuar con el público les preguntó qué querían que tocara, y como suele pasar, el silencio del Grand Rex fue arrebatado por un exabrupto masivo descontrolado. No obstante, una vez que destapó la olla, Drexler no la pude volver a tapar y el bullicio continuó durante todo el concierto.
Las primeras voces gritaban frases más afines a conciertos de Sandro o Luis Miguel como: “Te amo”…y “Vine a pasar mi cumple con vos”. Y cuando estos gritos no cesaban, las voces de fanáticas enamoradas fueron reemplazadas por voces molestas que replicaban “¡Dejalo cantar!”
Al no poder controlar el tránsito vocal de su público optó por cantar lo que ellos pedían aunque no se acordaba de las letras y las tarareara. También intentó remontar la situación con un cover de Radiohead, que tampoco recordaba bien por lo que un fanático de la banda del Reino Unido tuvo que salir al rescate.
Fue un concierto extraño y accidentado, donde el público no lo respetó y resultaba difícil disfrutar de sus letras y su música entre tantos gritos. ¿Qué habrá dado él para que se transformara en eso me pregunto?
Espero que la próxima vez tenga más suerte con el público local y que su concierto se convierta en un caleidoscopio musical, algo más parecido a lo que se merece.
Un comentario sobre “Según Drexler, uno recibe lo que da”