
Foto por Gustavo de Dios (Buenos Aires, Argentina)
Mauerpark, Berlín.
Otra línea divisora. Hoy, esta fragmentada pared de concreto une artistas anónimos e historias dibujadas en su superficie.
A 20 años de su caída, decenas de grafiteros se congregan, en especial los días domingo en la porción del Muro de Berlín que atraviesa el Mauerpark. Vendedores de salchichas bratsburg, puesteros del mercado callejero y visitantes momentáneos dan vida tras tanta muerte al Este de la ciudad.
Las obras de arte efímeras se superponen. Capas de pintura, una sobre la otra, son testigos y protagonistas a la vez de dos décadas que vieron a dos ciudades volver a ser una.
Christian y sus amigos acceden con un «sí» en ingles y comienzo a tomarles fotografías mientras ellos disfrutan de su tarde de domingo y unen lo que otros rompieron. La magia de su arte me contagia. Me prestan un aerosol y aunque sea por unos días mi nombre lucirá orgulloso en el Berliner Mauer.
Cómo llegar al Mauerpark:
Dirección:
Eberswalder Strasse, Berlin, 10437
Estación más cercana: Eberswalder Straße
Vecindario: Prenzlauer Berg
Artículos relacionados:
Arte callejero: una nueva forma de hacer turismo
Grafiti, Arte Urbano Cuenta lo que las Paredes Callan
Facebook: Vida Surrealista de Un Viajante Sin Guía
Me intrigaba saber cuándo habían comenzado a pintarse los grafitis y un lector me mandó esta respuesta que encontré en http://www.viajes.net
Primero se pintaba el Muro del lado occidental y una vez caido se expandio al Oriental.
Durante la separación alemana el Muro fue el objeto preferido de artistas de graffiti de Berlin occidental. Al caer el régimen soviético, la parte oriental también lo utilizó como soporte artístico. En 1990 un sector del Muro fue transformado en la mayor galería de arte al aire libre del mundo.