Escrito por: Laura Vaillard y Diego Jarlip (Buenos Aires, Argentina)
Junín de los Andes, fue fundada en 1883 y es considerada la ciudad más antigua de la Provincia de Neuquén, Argentina, según la página oficinal de la Municipalidad de Junín de los Andes. Cuenta con alrededor de 10.302 habitantes y un excelente acceso a variadas atracciones turísticas que incluyen: el ascenso a Lanín, trekking, mountain bike, caza, pesca, esquí, rafting y cabalgatas, entre otras.
A pesar de ser un cuidad pequeña, con casas humildes y calles de tierra, la hospitalidad de sus pobladores harán que su estadía sea placentera.
Dado que está ubicada a orillas del río Chimehuín, y debido a su cercanía a los lagos Huechulafquen, Epulafquen, Curruhue, Lolog y Lacar, Junín de los Andes es un destino paradisíaco para los fanáticos de la pesca (siempre con permiso – haz click aquí para ver los permisos y precios. En esta zona se pueden pescar las siguientes especies: pejerrey patagónico, trucha arco iris, trucha arroyo (Fontinalis), salmón enecerrado, perca y perca bocona. Para la pesca deportiva en la zona están permitidas las siguientes modalidades como bien las define Junindelosandes.com:
“Spinning es la modalidad que por medio de una caña y un reel, se lanza y recoge un artificial imprimiéndole acción. Se trata de una pesca deportiva y sencilla, ideal para niños o pescadores noveles que recién se inician con los salmónidos.”
Mientras que “Trolling es la modalidad que consiste en arrastrar un artificial por medio de una embarcación. Si bien no presenta el nivel deportivo del spinning o la mosca, normalmente permite la captura de los ejemplares de mayor porte.”
Por su parte, “la pesca con mosca es la más compleja, deportiva y emocionante de todas las modalidades de pesca conocidas. Consiste, por medio de una caña y una línea especialmente diseñada, en lanzar en forma gradual un artificial sin peso propio denominado mosca. Estas pueden imitar en forma muy precisa distintos organismos que conforman el alimento de las truchas, como insectos acuáticos y terrestres, peces forrajeros, crustáceos y otros pequeños seres acuáticos.”
Cuando fuimos, no tuvimos mucha suerte con la pesca, y no disfrutamos de ninguna trucha asada como esperábamos. Sin embargo, sí logramos descansar y disfrutar de la sutil belleza del sur argentino que te cautiva con sus vivaces y profundos paisajes coloridos.
Nuestra experiencia:
Nosotros fuimos al lago Huechulafquen, el más cercano a Junín de los Andes. En los lagos, las modalidades de pesca más utilizadas son trolling y spinning, aunque también se puede pescar con mosca, si tienes un buen wader (traje plástico que se utiliza para poder introducirse en el agua hasta las axilas sin mojarse). Nosotros probamos con todas menos trolling, ya que no conseguimos embarcación.
El mejor horario para pesca es siempre con poca luz. Es más, en los reglamentos de pesca dice que está prohibido pescar de noche. Por eso salimos rumbo a la costa con los primeros rayos del alba y elegimos las cucharitas más brillantes y bien pesadas, para poder llegar más lejos y profundo.
A medida que el sol subía, la pesca se iba haciendo más difícil, y decidimos probar con las cañas de mosca a ver si teníamos mejor suerte. Un experto pescador debe conocer cuales son los bichitos que la trucha sale a buscar cuando come. Pero como no somos uno de esos, le pusimos una mosca que nos pareció similar a las abejas de la zona. No tuvimos éxito. (Tip: Dicen que para saber qué come la trucha, lo ideal es abrirla y examinar su estómago; aunque claro, para eso hay que pescar una antes).
El agua subía muy rápido, así que no podíamos entrar mucho, pescamos sobre la costa y vimos varias truchas que pasaban cerca. Lamentablemente, ni una se detuvo a mirar nuestros anzuelos. El horario no era el indicado así que nos fuimos a almorzar.
Al caer la noche intentamos de nuevo. Los bichitos caían al lago, se veía mas movimiento y algunos borbollones nos entusiasmaron. Volvimos a las cucharitas. Luego de unas horitas de “tire y recoge” no habíamos sacado nada. En un tiro clavamos a una trucha, que dio mucha pelea. Nos relamíamos pensando en cómo la íbamos a cocinar. La estábamos trayendo, cuando se escucho un salto y la tansa se cortó. La truchita siguió viva, en cambio nuestras esperanzas de la trucha asada murieron instantaneamente.
No tuvimos mucha suerte con la pesca, y no disfrutamos de ninguna truchita como esperábamos. Sin embargo, sí logramos descansar y disfrutar de la sutil belleza del sur argentino que te cautiva con sus vivaces y profundos paisajes coloridos. Lo más lindo de ir a pescar es “ir a pescar”. Si la pesca es acompañada por una trucha mejor, mucho mejor, pero el éxito de la pesca no depende de cuantas piezas puedas pescar, sino de disfrutar del entorno y ese logro estaba cumplido antes de empezar.
Durante su estadía en las zonas aledañas a los lagos se recomienda:
- Extremo cuidado con el fuego: Mantenerlo contenido y apagarlo con abundante agua. No intente apagarlo con tierra ya que tiene un alto contenido orgánico y causará una mayor combustión.
- No pescar sin permiso de pesca deportiva.
- No ingresar a terrenos privados sin permiso.
- Cumplir con las leyes y normas del lugar.
- Captura y devolución: Devolver cuidadosamente a su origen a todos los peces que haya substraído y no vaya a consumir; es necesario preservar las especies y el medio ambiente.
Ver reglamento de pesca 2008 -2009
Historia de Junín de los Andes