
Cada vez que paso por el Paseo de la Esculturas, esa plaza de Buenos Aires donde está el Museo de Bellas Artes, justo en frente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, me impresionan las esculturas de Raúl Farco, “En la piel del otro.”
Me resultan tenebrosas y oscuras, y no deja de sorprenderme que se encuentren en un lugar público decorando la ciudad.
Según el autor, estas 21 esculturas de hierro, acero y aluminio asemejan árboles caídos y figuras humanas y animales que intercambian sus pieles. Sin embargo, para mí parecen hombres sin esencia mirando al abismo a punto de saltar hacia el vacío. Los miro y veo hombres taciturnos, perdidos en su angustia.
¿Han visto estas esculturas en la ciudad? ¿Ustedes cómo las interpretan? Me encantaría tener otra visión, otra interpretación para poder mirarlas con otros ojos..