
No es novedad que el oro ha sido razón de importantes guerras en el mundo durante muchos años. No obstante, tras pasear por las salas del Museo del Oro en Bogotá, Colombia y apreciar las grandiosas piezas, no cuesta entender por qué causaba la perdición y alimentaba la codicia de aquellas personas que tocaban con la mirada este metal precioso.
Las civilizaciones prehispánicas en el territorio de Colombia tenían una relación muy especial con sus ancestros, los gobernantes y los dioses, y plasmaban sus creencias y sus tradiciones dándole forma a distintas piezas de oro.
Específicamente, como explica la página del museo, “Caciques, sacerdotes y chamanes fueron los encargados de guardar, transmitir y renovar las representaciones cosmogónicas. Dotados con capacidades y sensibilidades especiales, eran sometidos desde niños a largos procesos de aprendizaje sobre la mitología, las plantas sagradas, la astronomía y las prácticas rituales. Con sus palabras, gestos y objetos como herramientas, realizaban un trabajo simbólico que transformaba el mundo para garantizar la reproducción de la naturaleza y el bienestar de la sociedad. A su lado, los orfebres, mediante una labor técnica y a la vez mágica, transmutaban los metales en objetos con significados culturales.”
Dentro del nuevo edificio del Museo, diseñado por el arquitecto Germán Samper Gnecco e inaugurado en diciembre de 2004, uno puede aprender sobre la historia del oro de éstas civilizaciones.
Según la página oficial del museo, las cuatro salas permanentes contienen cuatro temas principales: 1) El trabajo de los metales, 2) La gente y el oro en la Colombia prehispánica, 3) Cosmología y simbolismo y 4) La ofrenda.
Estas personas concebían el tiempo de forma cíclica, al igual que los eventos de la naturaleza como los movimientos de las estrellas y los planetas, la reproducción de los animales y el período de las mujeres. Por eso, con frecuencia utilizaban imágenes circulares y espirales para decorar sus artesanías.
Los caciques de las diferentes tribus eran los que principalmente se adornaban con la piezas de oro ya que creían al vestir ese metal, se apropiaban de las fuerzas seminales y procreadoras del Dios Sol y los convertía en seres superiores. Ellos vestían importantes diamemas (coronas), narigueras, orejeras, pecheras y brazaletes.
A continuación pueden ver algunos de los objetos que se encuentran en el museo y leer sobre algunas de sus simbologías.


Caracoles recubiertos con láminas de oro
Ranas
Pectoral de la región de Cauca – 1000 d.C. – 1,600 d.C.
Representa la transformación del chamán en ave (que simboliza el mundo superior) mediante el cual alcanzaba lugares míticos.
Colgante de la región de Tairona – 900 d.C. – 1600 d.C
Muestra a un hombre murciélago.
Máscara de la región Tierradentro – 150 d.C – 900 d.C
Debido al realismo de la pieza se cree que puede tratarse de un retrato de un indígena de la época.
Remate de bastón
Pectoral de la región de Calima- 100 a.C. – 1000 d.C.
Alcarraza antropomorfa de la región de Tierradentro – 150 d.C. – 900 d.C.
Es una pieza de cerámica denominada vaso silbante porque su personaje porta una pequeña flauta entre sus manos.
Entre los años 500 y 700 a.C., se cree que las tribus indígenas que habitaban el actual territorio de Colombia guardaban las cenizas de los muertos en urnas dentro de tumbas en pozos simples. Las cenizas de los hombres eran guardadas en calabazas redondas:
Por su parte, las urnas de mujeres presentaban mujeres embarazadas y úteros de los que nace la vida:
Para más información los invito a visitar el sitio oficial del Museo del Oro que contiene información muy completa sobre las diferentes piezas y la historia del oro.
Lau, buen blog como siempre! lindo ver esto y seguir viajando desde mi casa. Espero seguir contribuyendo y conociendo, disfrutando de tus experiencias! un beso
Diego
Gracias Diego! Sabes que siempre tienes un espacio en mi blog! Espero que sigas mandandome fotos como siempre y que te guste el nuevo formato. Para mi ahora se puede leer mucho mejor y se disfrutan mucho mas las fotos.
Nos estamos hablando.
BESO!
LA POBLACIÓN INDÍGENA SON Y SERÁN PARA SIEMPRE UNA RELIQUIA PARA TODO EL MUNDO POR SU E NUMERABLE CONOCIMIENTOS CULTURALES, ESPIRITUALES Y DE GRAN INGENIERÍA. DEBEMOS SALVAGUARDARLOS, Y NO VER A ESTA POBLACIÓN COMO UN ESTORBO, PORQUE TODO LO DEBEMOS A ELLOS.
Coincido! Y también creo que tenemos mucho para aprender de ellos!