Marruecos, está entre la lista de destinos que me gustaría visitar. Siempre me ha llamado la atención, sin embargo, me han sugerido que no visite este país sola, por lo que sigo aguardando el momento y la compañía adecuada para ir a conocer. Está situado en la parte norte de África, muy cerca del sur de España (separado de allí por el conocido estrecho de Gibraltar) y sus costas son bañadas por el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
Aunque muchos no lo sepan, su nombre oficial es Reino de Marruecos y es regido por una monarquía constitucional. Su capital es Rabat, no obstante, la ciudad más poblada del país es Casablanca.
Por lo que cuentan las personas que lo han visitado, es un lugar donde reina la intensidad: tanto en sus habitantes que te obligan a regatear constantemente todo lo que quieras comprar, sus aromas y los sabores que caracterizan cada uno de los platos.
Aunque esquivo las excursiones y los guías turísticos, en Marruecos todos recomiendan contratar un tour guiado ya que el idioma es una importante barrera, la infraestructura para el turismo no está muy bien organizada y el transporte público es bastante precario. También se aconseja preguntar mucho y andar con cuidado. Por ejemplo, una conocida consiguió una ganga muy tentadora para hacer una recorrida en camello. Todo parecía fantástico hasta que quiso bajarse del animal: allí comenzó el regateo para cobrarle lo que había valido la excursión.
Dicen que es un lugar interesante, sólo hay que estar alertas.
Como siempre, si alguno ha estado por allí y tiene más fotos o historias, siempre son bienvenidas en info.vidasurrealista@gmail.com o el Facebook de VidaSurrealista
Fotos: Matías Weisz
Un comentario sobre “Marruecos, donde todo se puede regatear”