Por: Laura Vaillard
Tips para las vacaciones
Los ojos son la ventana a la belleza. Sobre todo cuando viajamos. Disfrutamos de los paisajes más hermosos, elegimos lo que queremos comer y hasta nos enamoramos a través de la vista.
Por eso, para los que usamos lentes, son un elemento fundamental a la hora de viajar. Son nuestro compañero inseparable que no puede faltar a la hora de preparar la maleta o la mochila.
Aunque uso lentes de hace más de 20 años y lentillas desde hace 10, y ya debería tener kit de viaje para “llevar mis ojos”, es difícil que vuelva de viaje sin alguna anécdota referida a las lentillas. Por eso me pareció una buena idea repasar algunos consejos a la hora de viajar con lentillas para evitar problemas.
Estos consejos son para los viajeros deportistas amantes del trekking, la escalada o la vida al aire libre, aunque también puede aplicarse a la ciudad.
- Escenario 1: salí con las lentillas puestas y olvidé el estuche: este es uno de los errores más frecuentes. Si estamos en la ciudad, podemos ir a la farmacia y comprar un nuevo estuche, pero en la montaña, hay que apelar a la imaginación. Cualquier recipiente limpio con tapa (en especial botellas de agua) puede servir. Lo importante es marcarlo adecuadamente, en caso de que tengas distinta graduación en cada ojo, y para evitar que algún compañero se los tome por equivocación.
- Escenario 2: en la mitad del viaje, se terminó la solución salina: la primera opción es buscar a un buen samaritano en alguna carpa vecina. Sin embargo, muchas veces estamos en lugares alejados sin vecinos cerca o éstos simplemente no usan lentillas como me pasó en el último viaje. Otra opción es limpiarlas con agua embotellada ya que si utilizamos agua de los arroyos, en ocasiones tienen muchos minerales y pueden dañar la lente. En casos extremos, se puede usar saliva. Sé que suena asqueroso, pero puede resultar efectivo y es una forma de poder seguir disfrutando del viaje con una vista panorámica completa.
- Recomendaciones: para evitar este tipo de problemas, sugiero empacar un “kit de viajes” con un par de estuches y una botella de solución salina y guardarlo siempre en el mismo lugar para poder verificar con rapidez si tenemos todo listo. En caso de que lleves más de una botella de solución salina, recomiendo guardarlas en bolsillos separados para educir la posibilidad de perder todo junto.
Este post fue inspirado por la gente de Mister Spex que me pidió mi opinión sobre cómo es viajar con lentes de contacto y luego además publicaron mis comentarios en su blog junto a las experiencias de otros viajeros.
Interesante, gracias.