El viernes pasado tuve la suerte de visitar el Palacio San Miguel, una máquina del tiempo que te transporta hacia el pasado aristocrático argentino.

Este edificio, ubicado en pleno centro porteño entre las calles Bartolomé Mitre y Suipacha, hoy destinado para diversos eventos sociales, era originalmente la Tienda San Miguel (1857), un famoso comercio de telas donde las mujeres de la alta sociedad compraban géneros para sus prendas y artículos personales. El Palacio lleva el nombre de un Santo ya que se encuentra frente a la Iglesia San Miguel Arcángel.

En 1976, debido a la falta de mantenimiento, el edificio fue cerrado al público y se rumoreaba que iba a ser demolido como tantos otros edificios antiguos de la ciudad.

Sin embargo, Ianua S.A. decidió restaurarlo para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de este monumento a la ostentación, lujo y buen gusto que se observa en cada rincón de sus numerosos salones.

El Palacio San Miguel conserva el mármol rosado de Syros, sus antiguos pisos de parquet, los querubines luminarias, las detalladas molduras de los techos, el ascensor original y varios vitreauxs, incluyendo el del Arcángel San Miguel peleando con el dragón, firmado por Antonio Estruch, un reconocido artista Barcelonés especializado en arte religioso radicado en argentina en 1910.

Según al página de utilisima.com, «En la actualidad, el ingeniero Hernán Lombardi, se encuentra a cargo de la conservación del lugar y la historia familiar.»

Es realmente un honor ver que todavía existen personas volcadas a preservar la historia y la hermosura de un lugar que aún brilla con el resplandor de otra época.

Cómo llegar:

Palacio San Miguel

Suipacha 84 (y Bartolomé Mitre)
Buenos Aires, Argentina
Tel.Fax: (011) 4345-1534 / 1580 / 1540 / 1169
e-mail: info@palaciosanmiguel.com
http://www.palaciosanmiguel.com.ar/

lvaillard

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