
Córdoba, al sur de España, me resulta una ciudad muy especial. Un poco porque es homónima mi provincia natal (Córdoba, Argentina) y un poco porque me resulta mágica.
En mi primera visita, durante el mes de abril, me enamoraron sus patios floreados. Mientras que esta vez, a fines de septiembre, lo hizo su deliciosa brisa otoñal cubierta por un manto de cielo estrellado.
Por si fuera poco, cada rincón está lleno de historia y leyenda, lo que convierte a la ciudad en un libro de historia dinámico y lleno de vida.
A continuación, les dejo algunas atracciones que no se pueden perder si tienen un par de días para conocer la ciudad.
Mezquita de Córdoba

Este actual Patrimonio de la Humanidad, es posiblemente uno de los templos religiosos con las historia y modificaciones del mundo. Originalmente, fue construido en el siglo VI por los romanos. En aquel entonces los Visigodos alzaron una Basílica dedicada a San Vicente Mártir y junto a él, el Complejo Episcopal de Córdoba.
Dos siglos más tarde, con el control musulmán de estas tierras, Musa ibn Nusair acordó utilizar parte de ese complejo para el culto cristiano y otra parte para el culto musulmán.
Luego en el siglo VIII, Abderramán I, decidió derribar la Basílica y construir una gran mezquita para Córdoba, capital del recién fundado emirato Al-Andalús. Para erguirla emplearon restos de templos y columnas tanto romanas como visigodas. Así mismo construyeron las naves con dirección al río Guadalquivir, en vez de la Meca, una característica que la hace única en el mundo.
En los siguientes años, los musulmanes siguieron ganando importancia, por lo que los sucesivos emires se dedicaron a ampliar la mezquita aún más.
En 1232 Fernando III de Castilla reconquistó Córdoba y convirtió la mezquita en Catedral, pero sin derribarla. En 1371 se construyó dentro del mismo edificio la Capilla Real. Cien años más tarde sumaron la Capilla de Villaviciosa, de estilo gótico. En el siglo XVI se llevó a cabo la última gran reforma que le da a la Catedral su aspecto actual con 23.000 m2, que incluye el campanario y el patio de los naranjas.
Si quieren conocer su historia más en detalle, los invito a ver el siguiente vídeo de Academia Play, que utilicé de fuente para esta sección:
Patios Andaluces
Son una herencia de la arquitectura romana, basada en la convivencia y la vecindad, en lo que originalmente fueron viviendas plurifamiliares con los patios como eje integrador de todos los convivientes. Las fuentes que suelen adornar el centro de los jardines también son herencia del imperio romano y sus acueductos.
La judería

Es una zona del casco antiguo donde se encuentra una de las sinagogas más antiguas de España. Una vez que cruzan las puertas de la muralla, les recomiendo perderse entre sus calles para que Córdoba los cultive con cada uno de los recovecos de sus calles empedradas de casas blancas.
Alcázar de los reyes cristianos
Es un edificio de carácter militar a orillas del río Guadalquivir. Originalmente sirvió de hogar del gobernador romano, eventualmente residió allí el monarca Alfonso XI de Castilla. Él lo refaccionó en 1328 hasta verse como hoy en día, con sus monásticos jardines.
Medina Azahara

Medina Azahara, son las ruinas de una gran civilización que construyó el primer califa de Córdoba, Abderramán III. Está ubicada a unos 8 km de las afueras de Córdoba, a los pies de Sierra Morena. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018.
Se trata de un destino no tan explorado por los turistas que visitan Córdoba. Si no hubiera sido por la insistencia de mi amigo cordobés, seguramente no hubiésemos ido, pero realmente valió la pena.
Si bien queda poco de la majestuosidad de la construcción original. El vídeo introductorio del museo al comienzo de la visita, sea posiblemente una de las mejores representaciones del pasado que haya visto. Cuenta la historia y hace una muy buena reproducción de cómo podría haber sido la vida allí miles de años atrás. Me hizo acordar un poco a Cesarea, en Israel.
POR LA NOCHE
Show de las Caballerizas Reales
Si bien es Córdoba Ecuestre un espectáculos “para turistas”, es muy curioso ver la destreza de los caballos y jinetes, cómo bailan y hacen piruetas al ritmo de música clásica y flamenco.
Qué comer si están en Córdoba
Algo que me pareció muy curioso, es que cuando le preguntas a un cordobés qué hacer en su ciudad, lo primero que hacen es darte una lista de platos para probar. Para mantener la tradición, le dejo un listadito de comidas que no se pueden perder:
- Flamenquín (que a pesar de que muchos Sevillanos se lo atribuyen, los cordobeses aseguran que es de su tierra)
- Rabo de toro
- Salmorejo
- Berenjenas con miel de caña
Algunos restaurantes recomendados:
- Restaurante Regadera
- Bodegas Campo
- Cafeterías Roldán (para desayunar con su manteca casera)
- Albahaca (donde cada bocado fue un goce de sabores)