
Teatro Buenos Aires
Escrito por Laura Vaillard
En el verano hay menos obras de teatro en cartel. Los actores de Buenos Aires, generalmente se van de gira a Mar del Plata o a Carlos Paz, si es que no que se toman una merecidas vacaciones.
Motivada por ver una obra de teatro en plena época estival, ese martes por la tarde, caminaba apurada sorteando las vallas que impedían el paso por las veredas de la Av. Triunvirato, tratando de llegar a la hora pautada. Hacía calor, legaba tarde y estaba abrumada. Todo este bullicio interno se despejó al entrar al Centro Cultural 25 de Mayo, un viejo cine recientemente recuperado y restaurado por la iniciativa de los vecinos de Villa Urquiza.
Tal como cuenta el portal de arquitectura ARQA, ya en sus inicios se trató de un lugar especial: construido con la recaudación de acciones compradas por los vecinos e inaugurado en los años 20. Casi 100 años después, nuevamente los vecinos se movilizaron para revivir el lugar que actualmente funciona como teatro, escenario de orquestas, seminarios y un espacio para clases y talleres.
Durante la remodelación se conservaron las majestuosas columnas, cúpula, balcones y espacio para acomodar a más de 1.000 personas. Tal como indica el mismo portal, a la infraestructura “se incorporaron ascensores, toda la instalación de prevención contra incendio, equipamiento escénico actualizado, iluminación de emergencia, parrilla de iluminación escénica, equipamiento de sonido, tratamiento acústico de las superficies, y la instalación termo mecánica.” Una verdadera joyita arquitectónica que resalta la tradición de colaboración que caracteriza a este barrio porteño.
Dulce Pájaro de Juventud
Cuando ingresamos, desde el balcón donde nos ubicaron ya se veía al personal del bar de un majestuoso hotel del sur de los Estados Unidos. Ese sería el escenario de Dulce Pájaro de Juventud de Tennessee Williams, traducida por Cristina Piña y dirigida y adaptada por Oscar Barney Finn.
Tal como indica la reseña, la obra recrea los vanos intentos del joven Chance Wayne por conquistar a Heavenly, la hija de su jefe, su amor adolescente a quién abandonó años atrás para perseguir sus sueños de convertirse en actor. Sin embargo, no regresa solo con una propuesta, sino que lo hace cas de casualidad, acompañado por Alexandra Del Lago, una célebre actriz, en plena decadencia, incapaz de asumir los estragos del paso del tiempo.
Es una obra que habla de amor, celos, venganza, honor, destiempo y cobardía; esa habilidad de las personas de quedarse inmersas en sueños y fantasías en vez de verdaderamente perseguirlos con proyectos concretos y acciones precisas para que éstos se conviertan realidad. Chance vuelve, con ganas de reconquistar a Heavenly, pero acompañado por otra mujer y sin nada que ofrecer; perdido en su propia incapacidad de hacer sus sueños realida; sumergido en la belleza que le devuelve el espejo, que está a punto de desaparecer y una codicia por moverse en espacios lujosos donde verdaderamente no pertenece.
Además de los temas tradicionales de los que trata la obra que mencioné anteriormente, Tennessee Williams pone en el escenario de los años 60, el tema de las enfermedades venéreas. Lo hace de forma sútil, pero sus implicancias con claves en la trama central y se vuelve difícil de ignorar. Algo que hace a este autor estadounidense aún más magnífico que lo que declaran las críticas.
La pieza es gloriosa, pero la representación, por momentos, se vuelve larga con extensa y repetitiva con las frecuentes discusiones entre Alexandra y Chance en la cama. Pero por suerte son instantes pasajeros que terminan absorbidos por la magia del lugar y la inesperada despedida de un alma perdida.
Dulce Pájaro de Juventud
Centro Cultural 25 de Mayo
Av. Trinvirato 4444. Villa Urquiza, Buenos Aires.
Funciones: jueves a domingo a las 20.30 hs
Localidades: $ 300.- Jueves día popular.
Ficha técnica:
Dirección: Oscar Barney Finn.
Traducción: Cristina Piña
Con Beatriz Spelzini, Sergio Surraco, Carlos Kaspar, Malena Figo, Victorio D’Alessandro, Pablo Mariuzzi,
Maby Salerno, Pablo Flores Maini, Gastón Ares, Sebastian Dartayete.
Pianista: Pablo Viotti.
Prensa: Duche&Zárate
Música Original: Axel Kryeger
Letra canción original: Gonzalo Demaría
Diseño de escenografía: Daniel Feijoo
Diseño de Vestuario: Mini Zuccheri
Colaboración en vestuario: Paula Molina
Diseño de Iluminación: Claudio Del Bianco
Asistencia de iluminación: Facundo David
Diseño de peinados: Ricardo Fasán
Diseño de maquillaje: Elisa D `Agustini
Fotografía: Mili Morsella
Producción ejecutiva: Sol Vannelli / Verónica Dragui
Asistencia de dirección: Mauro J. Pérez / Lucía Cicchitti.
Dirección y puesta en escena: Oscar Barney Finn
Agradecimientos: Leonor Benedetto, Gonzalo Heredia y Marcial Berro