¡Chin-chin! Alzo la copa con alegría y buena compañía.

 

 

 

A pesar que los libros de protocolo indican que cuando uno brida debe mirar a la otra persona a los ojos mientras inclina la copa sin hacer ruido, yo prefiero los brindis con chin-chin ruidosos.

 

 

 

Mientras investigaba para escribir este blog, leí un excelente artículo escrito por Yabebiry que hablaba sobre “El origen del brindis.”

 

 

 

Se dice que la palabra “brindis” surgió luego de la victoria del ejército de Carlos V sobre Roma el 6 de mayo de 1527, cuando los militares llenaron sus copas de vino para celebrar y alzaron las diciendo “bring dir’s” que en alemán quiere decir: “yo te ofrezco.”

 

 

 

Aunque es probable que el brindis llevara un nombre diverso, otras versiones indican que los antiguos griegos ya levantaban sus copas con vino durante los banquetes, y el anfitrión tomaba un buen sorbo para demostrar que la bebida no estaba envenenada. Luego los comensales chocaban sus copas enérgicamente para mezclar sus contenidos, así, en caso de que alguna estuviese envenenada, todos los invitados corrían el mismo riesgo.

 

 

 

Como ya casi no estamos expuestos a ser envenenados por nuestros anfitriones, si alguna vez me encuentro en una cena de gala, es probable que siga la tradición del lugar, sin embargo, en mi casa, prefiero que las copa sigan haciendo ruido, ya que para mí el sonido representa alegría, buen augurio y felicidad.

 

 

 

¡Salud! Que comiencen muy bien el año. Mis mejores deseos para el 2008.

 

 

 

 

http://www.elgranchef.com/2007/04/27/el-origen-del-brindis/
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lvaillard

Vida Surrealista de Un Viajante Sin Guía

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