Por Martín Caride (Buenos Aires, Argentina)

Hawaii es actualmente un estado de Estado Unidos, comprende seis islas y están ubicadas en medio del océano pacífico (a cuatro horas de Japón y a cinco de Los Ángeles).

«Bienvenidos al paraíso», esas son las palabras del capitán del avión cuando se llega a
Hawaii.
Al final de la escalera (ahora manga) del avión es dónde se rompe el primer mito sobre las islas: es mentira que te reciben con los collares de flores al ritmo de la música tropical.

Los collares, que sí existen y tienen un perfume duradero y riquísimo que provoca a los minutos un pequeño mareo, están dentro de heladeras y cuestan 20 dólares promedio. Estos collares que son gesto de bienvenida (sacárselo frente a la persona que obsequio el collar es una falta de respeto, recomendación no sacárselo hasta llegar a la habitación del hotel), está hecho con flores verdaderas. Se utiliza una flor típica de la isla llamada Plumeria, puede ser blanca, amarilla o rosa y se caracteriza por su rico y fuerte aroma muy similar al jazmín.

Cuando uno llega, la primera palabra que aprende del idioma nativo es «Aloha» que significa: «hola», «chau» y «te quiero». Creo que es la palabra más escuchada en la isla.

Oahu

Esta isla donde se encuentra la capital, Honolulú por ser el centro financiero; y la reconocida ciudad del surf, Waikiki. También es tristemente conocida porque en la ciudad Pearl (en el centro en la costa oeste de la isla) ocurrió el bombardero de Pearl Harbor y como rastro de esa batalla se puede visitar el Arizona Memorial.

Este museo es de entrada gratuita, se puede ver elementos recuperados de las naves y de sus tripulantes. Luego de un documental (con la mirada muy subjetiva de los norteamericanos) se puede acceder a una lancha que te lleva hasta el buque Arizona, que sus restos descansan bajo las aguas saladas juntos a otros buques. También se puede visitar un submarino que funciona como otro museo pero en este caso sí hay que pagar.

Muy cerca de allí se encuentra el estadio de Oahu, donde juega el equipo local de futbol americano; en este estadio tres días a la semana se realiza una feria, donde se puede encontrar de todo, desde perfumes originales (baratos) hasta imanes para la heladera, ropa típicamente hawaiana y también ropa de guerra usada. Esta feria es recomendable para quien viaje, tiene que visitarla.

Siguiendo por la costa oeste hacia el norte, esta Waianea. Allí se encuentran un gran complejo de hoteles fuera de la urbe. Este complejo es ideal para disfrutar de su gran campo de golf (para quienes gusten de este deporte), de la playa, para realizar deportes acuáticos y tener tranquilidad.

Más hacia el norte podemos encontrar playas con mayor oleaje sobre todo en invierno que es la temporada de las grandes olas.

Lo bueno de Oahu es que los accesos, las rutas y las autopistas son muy buenos y casi todo el camino es recto a diferencia de Maui. Esto posibilita que uno pueda ir tranquilamente de norte a sur, este a oeste.
En el Sur de la isla, encontramos una bahía que es reserva ecológica. Esta bahía era un volcán que por la erosión del mar un lado del cráter cedió el paso al mar y se formó un gran coral con diversa fauna.

Viendo esta bahía desde las alturas se entiende por qué el capitán del avión nos daba la bienvenida al paraíso. Y no es solo por su paisaje, sino también la gente es un capítulo aparte. Sorprende ver lo respetuosos, lo solidarios que son con el otro y sobre todo hacia el turista. Creo que casi en los quince días que estuve en Hawaii no escuche un bocinazo, ni una puteada en la calle y menos una pelea de auto a auto.
Es curioso que en el cajero del supermercado cuando se va por primera vez te preguntan el nombre y lo carga en una base de datos, y la segunda vez que vas el mismo centro comercial ya te saludan por tu nombre. Son detalles que hacen que uno se sienta mejor.

La ciudad juventud, es por excelencia Waikiki. Si sos joven y soltero/a ese es el lugar a donde debes ir: hay mucha vida de día y de noche. La playa es angosta siempre observada por un volcán inactivo llamado Diamond Head, hace al paisaje muy particular. Un momento clásico de Waikiki es el atardecer. Es impresionante la cantidad de gente que se junta para sacarle fotos y observar como el sol marca el fin del día escondiéndose en el mar.

Este hecho, la puesta del sol, está íntimamente relacionado a la historia mitológica de las islas. Que dice más o menos algo así: para los nativos Maui era una de sus diosas/ reinas. En aquellos tiempos de la diosa Maui parece que no había mucha luz solar en esta parte del planeta. Hasta que un día dicha diosa desafía al sol. Si Maui ganaba el sol debería iluminar más tiempo a las islas y si perdía el sol no iba a iluminar más a las islas. Cuestión que la diosa Maui ganó dicho desafió y el sol debió dar luz por más tiempo.

El hawaiano nativo, tiene muchas creencias todavía vigentes transmitidas por sus ancestros que tratan divulgarla y de mantenerla viva a través del tiempo. Hanauma Bay, era un volcán que unos de sus lados fueron erosionados por el océano generando una bahía convertida en reserva marítima. Es un lugar ideal para hacer snorquel, en totalidad está cubierto por corales y arrecifes con una gran variedad de peces, moluscos y tortugas de mar. La entrada a la bahía cuesta alrededor de 20 dólares, luego un documental, uno puede descender a la bahía y disfrutar todo el día de la belleza del lugar y su naturaleza.

Es recomendable para poder visitar y conocer profundamente Oahu estar más de una semana. Próxima parada Maui.

lvaillard

Vida Surrealista de Un Viajante Sin Guía

Un comentario sobre “Hawaii: Aloha esto es el paraíso”

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