
Texto: Laura Vaillard

“Panza verde” es una obra que intenta reivindicar las historias del interior que pocas veces llegan a la capital. Comienza muy bien, con una buena ambientación de un departamento de clase media donde un señor en silla de ruedas está inmerso mirando una carrera de caballos por televisión, mientras una mujer le muestra una vieja fotografía a un señor en un sillón.
Al poco tiempo descubrimos que esa mujer es la esposa del hombre paralítico, y que el señor del sillón es Sergio, el vecino que visita la casa para reclamar por una mancha de humedad en su departamento y termina haciendo su tesis para su carrera de antropología basado en los relatos de este hombre postrado.
Todo parece muy bien hasta que la mancha de humedad, un supuesto símbolo de decadencia, pierde sentido en la trama y por ende, la excusa de la visita. Las referencias a la crisis del 2001 también quedan desencajadas ya que no tiene relación con los diálogos ni con la ambientación del lugar.
Por si fuera poco, hacia el final de la obra el hombre paralítico, el personaje mejor logrado de esta “estampa de la argentina actual”, se pone de pie y rebolea la silla dejando al espectador perplejo y sin poder comprender lo que está pasando: ¿Su parálisis era una actuación o una realidad? ¿Era mentira todo lo que decía? ¿Qué representa ese violento exabrupto de un hombre paralítico que vuelve a caminar pero que no es seguido de ninguna acción ni cambio en el carácter del personaje?
Para rematar, hacia el final entra en la escena la tía Amanda, una gaucha lesbiana que encuentra el placer en matar hombres. Sin embargo, la imagen rompe con la descripción que habían fabricado en la mente del espectador y genera un desenlace forzado que desencaja con la trama de la obra.
Panza Verde es una puesta en escena ambiciosa con altas expectativas que por el afán de ser transgresor, tiene un exceso de elementos y referencias históricas que hace que se diluya la trama y finalmente no logra ningún objetivo: no es una obra histórica, ni un grotesco, ni una obra sobre lesbianas, ni una crítica a la desesperanza del 2001. Lamentablemente, queda todo mencionado, pero nada desarrollado.
Pero esta, es mi simple opinión. Les dejo los links a otras críticas para que puedan leer cómo otras personas vivenciaron esta experiencia.
CRITICAS
Ecos de un pasado que siempre vuelve – Página 12 por Daniela Yaccard
Lesbianas a la vista: El cuento de la tía – Página 12 por María Laura Flores
Observar el pasado produce una conciencia grande – Tiempo Argentino por Jorge Camporale
Qué: Panza Verde
Cuándo: Funciones Viernes – 22.30 hs
Dónde: TEATRO EL POPULAR
Chile 2080 – Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Entrada: $70 –
Reservas: Tel: 2051-8438
http://www.alternativateatral.com.a
Duración: 70 minutos
La obra obtuvo el primer premio en el concurso de dramaturgia “Estampas de la Argentina Actual”.
Ficha técnica:
Dramaturgia y Dirección: Julio Molina
Actúan: Daniel Kargieman, Cecilia Sgariglia, Julio Molina y Eladia Grosso y Cristian Leonardo Aldorino.
Asistente de dirección: Mercedes González Glemon
Música Original en vivo: Maximiliano De Biasi
Escenografía e iluminación: Leandro Javier Crocco
Vestuario: María Julia Moretti
Fotografía: Pablo Kalhat
Diseño gráfico: Celeste Suardiaz
Técnico en iluminación: Daniel Aimi
Asistente técnico: Gabriel Cultura
Producción ejecutiva: Anabella Valencia
Producción: TEATRO EL POPULAR